
Así se Vivió el Jaleo Festival
No hay mejor forma de inaugurar la temporada de festivales que con el Festival Jaleo!. Y sí, amigos, oficialmente ha comenzado la época más esperada del año: ¡Los festis ya están aquí!
En esta ocasión, nos centramos en el Festival Jaleo! , que celebró su primera edición el pasado sábado 5 de abril en el Multiusos Fontes do Sar (Santiago de Compostela). Para que os hagáis una idea, hablamos de un pabellón multiusos —como su nombre indica—, o dicho más claro, un polideportivo.

Para facilitar el acceso al evento, se dispuso de un servicio de lanzaderas continuas desde la Rúa da Rosa, en Santiago de Compostela, operando desde las 16:30 hasta las 22:30 en dirección al festival, y de vuelta desde las 23:45 hasta el cierre. Además, había otras tres líneas a distintos puntos de la ciudad. Una opción práctica si decidías beber y no querías coger el coche, además de contribuir a reducir la contaminación (eso sí, ármate de paciencia, porque puede que toques esperar un poco).
Ahora bien, si eras de los valientes que optaban por ir en coche, te alegrará saber que el recinto cuenta con dos grandes aparcamientos gratuitos. Eso sí, ¡llega pronto si no quieres dar vueltas!
Ya en el Multiusos Fontes do Sar, lo primero era conseguir el trofeo simbólico de todo festivalero: la pulsera. Bajando por las escaleras de la derecha al entrar, se encontraba la zona de acreditación, taquillas e información.
Pulserados y con nuestro mejor outfit festivalero, estábamos listos para disfrutar de casi nueve horas ininterrumpidas de música.
El escenario del Festival Jaleo! se inauguró con la actuación de Dani Dicostas, la encargada de abrir la jornada. Aunque no fue la gran apuesta del cartel, su presencia sirvió para ir calentando motores mientras el público iba llegando. Este año, Dani solo tiene programados dos conciertos, ya que pronto lanza su tercer álbum.


A medida que caía la tarde, el recinto comenzaba a llenarse, y los platos fuertes hacían su entrada. Fue el turno de Carlos Ares, quien, acompañado de su banda al completo, ofreció un repertorio que combinó temas de su anterior trabajo Peregrino con nuevas canciones recién salidas del horno.

Durante los cambios de escenario, el ambiente no decayó, gracias al talento del DJ David Van Bylen, que supo conquistar al público en cada sesión. Su selección musical era siempre coherente con lo que vendría después en el escenario, logrando mantener el ritmo y la energía a tope. Sin duda, una apuesta segura: música para bailar, cantar y dejarse llevar, como si el tiempo se detuviera.


Con la llegada del ocaso, las revoluciones subieron y las emociones comenzaron a desbordarse. Era momento de pogos, saltos y adrenalina.
La siguiente en subir al escenario fue Zahara, cabeza de cartel y encargada de inaugurar su gira Lento Ternura, que lleva el mismo nombre que su último trabajo. Abrió su actuación desde un urinario portátil, igual que en la portada de su álbum, dejando claro que el espectáculo iba más allá de la música. Además, por todo el recinto podían encontrarse muñecas de cartón con la imagen de Zahara y frases como “Si me encuentras, llévame a bailar”, que pasaban de mano en mano entre el público, decoradas con pegatinas y mensajes.


El broche de oro lo pusieron los dos grandes nombres del cartel: Viva Suecia y Sexy Zebras. Los murcianos anunciaron que su próxima gira vendrá con nuevo disco y setlist renovado, lo que despertó aún más expectación. Su actuación fue la que congregó a más público, pero sin duda, el punto álgido de la noche llegó con los Sexy Zebras. Desde los primeros acordes, el ambiente se transformó: la intensidad aumentó, los pogos estallaron y la locura se apoderó de todos con su tema “Jaleo”. No importaba dónde estuvieses… de pronto, estabas dentro del pogo.


Un punto a destacar —y mejorar— fue el tiempo de espera entre la actuación de Viva Suecia y la entrada de Sexy Zebras, que se hizo excesivo a pesar del cambio de escenografía.
En esta primera edición del Festival Jaleo!, hay aspectos que podrían optimizarse. Los baños, por ejemplo: solo se contaba con los del propio pabellón, cinco por cada lado y uno para personas con discapacidad. Aunque el tiempo entre conciertos era suficiente, las colas eran interminables y, en ocasiones, te perdías el inicio del siguiente show. Sobre la limpieza, cabe reflexionar si es una responsabilidad del festival o de los propios asistentes; un poco de civismo no vendría mal.
Otro punto a revisar es el tema de las consumiciones: los refrescos se servían en botellas de 2 litros, que una vez abiertas perdían el gas y eran difíciles de manejar. Por lo que se pagaba, al menos podrían ofrecerse en lata o con mejor presentación.
En cuanto a los aspectos positivos, destacamos la eficiencia del servicio de lanzaderas, la agilidad en las recargas y el consumo en barras, así como la excelente atención del personal.



Desde NoSoloEsRuido Urban, agradecemos y valoramos el trabajo de todas las personas que hicieron posible la realización de este festival: desde los camareros, pasando por el staff, hasta los equipos de seguridad y limpieza y por supuesto a Art Music, por su impecable organización y por permitirnos ser parte de esta primera edición del Festival Jaleo!
Porque no es lo mismo que te lo cuenten…
¡VÍVELO! ¡JALEO!

